CONTENIDO II. DISCUSIONES DE LA RELACIÓN MENTE-CEREBRO

 

  Discusiones de la relación mente – cerebro

Dualismo sustancial de Descartes: Mente y cuerpo y el planteamiento moderno: mente y cerebro 

La historia de la reflexión filosófica sobre la relación entre el cuerpo y la mente a partir de Descartes es la historia de los innumerables intentos por escapar del punto muerto cartesiano. Las primeras maniobras de esta clase, como las de Malebranche, Spinoza, Leibniz y los materialistas franceses La Mettrie y Cabanis, fueron formuladas en el contexto de la metafísica, como respuesta directa al dualismo cartesiano. Las perspectivas posteriores, que se originaron en el siglo XIX, necesitaron reconciliar la evidencia alcanzada a partir de la localización de las funciones cerebrales y los desordenes nerviosos funcionales con las teorías prevalecientes en biología y psicología. Estas discusiones reflejan la nueva aceptación del punto de vista de que el cerebro hace el papel de órgano de la mente. A pesar de que estas teorías de las relaciones mente/cerebro -epifenomenalismo, interaccionismo, monismo de aspecto dual [dual-aspect monism] y teoría de la materia mental- fueron formuladas en el contexto de la ciencia, estaban también orientadas a soslayar el punto muerto cartesiano.
Si el mundo natural está radicalmente dividido entre lo mental y lo físico, de modo que lo físico es extenso en el espacio y lo mental no, y si la naturaleza de la causalidad es tal que las causas y efectos deben tener una conexión necesaria y ser de tipo similar, entonces el interaccionismo mente/cuerpo cartesiano es obviamente insostenible.Tal vez el primer intento importante de tratar esta contradicción en la obra de Descartes es lo que se conoce como ocasionalismo. A pesar de que fue precedida e influenciada por Le discernement du corps et de l'ame (1666) de Géraud de Cordemoy (fallecido en 1684), la obra de Nicolás Malebranche (1638-1715) fue probablemente la más influyente del ocasionalismo.

El dualismo sustancial de Descartes tiene importantes consecuencias:

1) Hace posible una explicación mecanicista del Cosmos, independiente por completo de la religión. La regularidad mecánica de los fenómenos naturales hace posible su conocimiento científico.

2) Afirma la total libertad del pensamiento humano, ya que al ser la mente una sustancia totalmente distinta del cuerpo, no está sometida a las leyes mecánicas.

3) Se hacía posible el estudio autónomo de la mente humana, ya que los fenómenos mentales no podían ser explicados como los fenómenos físicos y la introspección es el único acceso posible a los contenidos de la conciencia.

La disolución del sujeto cartesiano

El dualismo sustancial de Descartes fue puesto en cuestión por una serie de desarrollos filosóficos y científicos posteriores:

-El empirismo y el positivismo eliminaron el problema de la relación entre la mente y el cuerpo del único modo que era posible: eliminando la noción cartesiana de sustancia. Abrieron con ello el camino al estudio de los fenómenos mentales utilizando la metodología aplicada a los fenómenos físicos.

-El evolucionismo de Darwin puso en cuestión la radical separación entre el hombre y el animal y abrió la posibilidad de que no solo los seres humanos sino también los animales tuvieran mente.

-El psicoanálisis de Freud puso en cuestión la identidad de la mente con la conciencia al afirmar la existencia de pensamientos y sentimientos inconscientes que actúan sobre la conducta.



Estudio neurobiológico de la conciencia

Se supone que los contenidos de la experiencia consciente están correlacionados con la actividad exhibida por un sistema neuronal, cuando, ante un evento especifico, el sujeto informa verbalmente del estimulo en cuestión, y además, en su cerebro se detecta por cualquiera de los procedimientos disponibles, que hay un grupo de neuronas que dispara sistemáticamente con un patrón especifico de potenciales de acción ante ese evento en particular. Ese contenido definido por los patrones neurales de activación se considera como una representación del contenido aparente que tiene para el sujeto la experiencia consciente de percibir el estímulo. Las características de activación espacial y el patrón temporal de disparo del grupo de neuronas involucradas en la percepción consciente determinaran la naturaleza de esta representación neuronal.

Koch, (1996, 2009) sostiene que existe una representación simbólica de la realidad cuando se presenta un patrón de disparo de una neurona, o de un vector de actividad de una agrupación de neuronas, que tiene una fuerte correlación con una característica particular del mundo (orientación visual, movimiento, color, textura,...). El significado del símbolo neuronal va a depender del estatus del grupo de neuronas en la jerarquía de múltiples niveles que conforman el sistema, es decir, de la naturaleza de las neuronas en el grupo de células, de su campo receptivo y de su campo de estimulación, o lo que es lo mismo, de las neuronas en las que influye y de las que recibe influencia.

En este sentido, Koch defiende que para cada experiencia consciente, un grupo único de neuronas de regiones cerebrales concretas se activan de manera especifica; sin embargo, Greenfield considera que la conciencia está generada por un incremento cuantitativo en la actividad holística del cerebro (Koch y Greenfield, 2007). Ambos neurocientíficos comparten, cada uno por su lado, el interés por buscar los correlatos neuronales de la experiencia consciente que puedan servir para deducir los mecanismos causales creadores de la conciencia, el primero considerando que las diferentes experiencias conscientes están mediadas por grupos específicos de neuronas (Crick & Koch, 2003) y la segunda sosteniendo que para cada experiencia consciente, neuronas distribuidas por el cerebro se sincronizan en asambleas coordinadas, dispersándose luego (Greenfield, 2011; Greenfield y Collins, 2005).

Desde una perspectiva muy general, por correlato neuronal de la conciencia se entiende el conjunto de eventos que se observan en el cerebro humano cuando se presenta un estado mental consciente que puede ser observado y medido con las diferentes técnicas de imagen cerebral. En los últimos años se han presentado gran numero de teorías que van desde las que proponen que la relación conciencia-cerebro es una especie de paralelismo en el que dos reinos ontológicamente distintos (el físico y el mental) se sincronizan sin afectarse, hasta los planteamientos que presentan la experiencia consciente como un fenómeno material y físico.

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